“Un llamado a la acción” creará incentivos para que los potenciales migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador no abandonen su familia ni su cultura
San Pedro Sula. Los movimientos migratorios desde Centroamérica a los Estados Unidos se han convertido para Washington en un problema de grandes dimensiones. En los últimos años han surgido las caravanas migrantes, a través de las cuales decenas de miles de personas participa en una especie de peregrinación a la “tierra prometida” en América del Norte.
El presidente Joe Biden ha sido más tolerante ante la oleada migratoria, pero ha anunciado que quiere ir un paso más allá y atacar la causa subyacente de la diáspora: la falta de oportunidades.
Aunque no todos migran por motivos económicos, la tesis sustenta que si los migrantes encontrasen en sus países las oportunidades que buscan en Estados Unidos no tendrían tantos incentivos para migrar y se reduciría la magnitud del problema.
La Casa Blanca, a través de la vicepresidente Kamala Harris, invitó al sector privado estadounidense para que incremente su presencia empresarial y sus inversiones en los países de donde proceden los migrantes. Con “Un llamado a la acción” (A Call to Action) las empresas estadounidenses podrían crear oportunidades de trabajo y mejorar la calidad de vida de la población.
El Triángulo Norte de Centroamérica, con Guatemala, Honduras y El Salvador, será una de las regiones en las que este programa será ejecutado. La idea no es nueva. En 2015, el gobierno de Barack Obama lanzó la iniciativa “Alianza para la prosperidad”, con unos objetivos muy similares y fue Joe Biden, entonces vicepresidente de Obama, el encargado de la iniciativa.
Desde mayo de 2021, acuerdo con un documento oficial del Gobierno de los Estados Unidos, fechado el 27 de mayo de 2021, la vicepresidente está invitando a las empresas a sumarse a la iniciativa. En diciembre, anunció que había logrado compromisos de inversión de hasta 1.200 millones de dólares. Seis meses después la cifra de había incrementado a 3.100 millones de dólares.
Han respondido al llamado una 40 empresas relacionadas con un amplio espectro de rubros. Entre otros, alimentos, servicios digitales, energía, textiles, telecomunicaciones, tarjetas de crédito, componentes automotrices, internet, café, banca. Incluidas empresas que tienen presencia en Honduras, como Pepsico o Davivienda, pero también a gigantes como Microsoft, Nespresso o Gap Inc.
Cada una de estas empresas ha comprometido montos de inversión que varían desde decenas hasta cientos de millones de dólares en los próximos años. Así, ya el gigante informático Microsoft aportó el desarrollo de centros de formación para acceso digital, energía limpia y banda ancha. Nespresso, por su parte, comprometió 150 millones de dólares en compras de café. Es la primera vez que incluye a Honduras entre sus proveedores del grano. MasterCard trabaja en dar acceso financiero y digital a las mipymes.
DATOS
166,300 Migrantes salieron del Triángulo Norte de Centroamérica desde mediados de 2020, de acuerdo con cifras de la ONU y la OIM.
50.6 Millones de migrantes internacionales se encuentran en los Estados Unidos, la mayor cifra entre todos los países receptores.
Inversión en Honduras
Ni la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa ni la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID) no suministraron información sobre los montos de inversión ni de los proyectos que se ejecutarán en Hondura. Sin embargo, la empresa de hilados Parkdale Mills anunció en agosto la inversión de unos 180 millones de dólares y la creación de más de 15.000 empleos en una su fábrica de hilos que funcionará en la zona industrial del municipio de Choloma, Cortés (zona norte de Honduras).
Empresarios locales manifestaron su entusiasmo por el anuncio. La instalación de la fábrica, aparte de generar empleo, ayudará a abastecer de materia prima al sector maquilador hondureño, que reducirá costos y hará a Honduras un país más competitivo en materia textil.
Al presentar “Una llamada a la acción”, la vicepresidente Harris dijo indicó que la iniciativa se basaba en que la gran mayoría de las personas no desean abandonar el hogar y la cultura que conocen, y en que Estados Unidos tienen la capacidad de generar esperanza en las personas de que, si se quedan, tendrán las oportunidades que necesitan y esperan.
Para coordinar todas acciones relacionadas se creó la organización sin fines de lucro denominada Partnership for Central America (PCA), que se encargará de coordinar los proyectos de inversión y los recursos para financiarlos. No obstante, el Departamento de Estado gestionará el seguimiento de la iniciativa y la colaboración de socios interinstitucionales como USAID, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional, los departamentos de Comercio, de Trabajo y organismos no gubernamentales, bancos multilaterales de desarrollo, organismos de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales para conectar con las empresas.
La esperanza del Gobierno estadounidense es que, en el largo plazo, las oportunidades y el desarrollo económico acabe con la saturación en su frontera de migrantes de países de la región
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