Mientras que Giorgia Meloni reivindica su pasado y pide a sus compatriotas «estar orgullosos de su identidad cristiana», Pedro Sánchez omite cualquier referencia a la Navidad y desprecia el catolicismo en pro de un individualismo inclusivo.
El Debate /
La presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni, ha felicitado la Navidad a sus compatriotas con un video difundido en sus redes sociales en el que pone en valor el “símbolo que más recuerda la Santa Navidad”, el nacimiento de Jesús.
La primer ministro siempre ha exhibido orgullosa su fe, y más en estas fechas tan señaladas. Desde hace años, incluso antes de ser elegida dirigente del país transalpino, Meloni ha reivindicado las raíces cristianas de Italia, defendiendo los valores del catolicismo y la identidad con la que Europa se ha forjado a lo largo de los siglos.
Para su mensaje navideño, la líder de Fratelli d´Italia ha elegido situarse frente a un belén, emulando un video que grabó hace años en el que invitaba a los italianos a sumarse a lo que llamó la “revolución del Pesebre”. “El pesebre no impone nada a nadie. El pesebre cuenta una historia, custodia unos valores, profundiza en nuestras raíces”, ha expresado Meloni.
Del mismo modo, la dirigente exhorta a sus conciudadanos a “estar orgullosos de su identidad, del mensaje universal de amor y de paz” que significa la fe en Cristo. “Son valores que merecen ser defendidos y no dejados de lado por moda o por temor”.
Pero estos valores van más allá de lo puramente espiritual, “se crea (en Dios) o no, el pesebre es un símbolo que habla de dignidad, de responsabilidad, de respeto por la vida y de la atención a los frágiles”, ha expresado Meloni antes de sentenciar: “Estos valores han confeccionado nuestra comunidad”.
Un contraste que llama la atención siendo la comparativa entre dos líderes de gobierno de dos naciones europeas con una tradición cristiana tremendamente arraigada en la sociedad.
España e Italia son posiblemente los dos países en los que el cristianismo ha tenido más peso a lo largo de la historia, pero mientras que Giorgia Meloni reivindica su pasado y pide a sus compatriotas «estar orgullosos de su identidad», Pedro Sánchez omite cualquier referencia a la Navidad y desprecia el catolicismo en pro de un individualismo inclusivo.


