María Corina Machado no estará en la entrega del Nobel de la Paz

María Corina Machado no estará en la entrega del Nobel de la Paz

El director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, confirmó a la televisión pública noruega, que la líder opositora venezolana no estará presente en la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo prevista para la 13 horas GMT. Su hija Ana Corina Sosa recibirá el galardón y leerá el discurso de aceptación. Machado había confirmado al Instituto Nobel que viajaría a la capital noruega, sin embargo ayer se pospuso y luego se canceló la rueda de prensa anunciada en la agenda de los tres días de actos del Premio Nobel de la Paz 2025. En Oslo se encuentran, su madre Corina Parisca y su hermana Clara Machado Parisca.

La entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, separada de los galardones científicos en Estocolmo, es una característica institucional clave. La separación permite al Comité Noruego actuar como un instrumento crucial de política internacional no gubernamental, legitimando la disidencia en regímenes autoritarios, como el venezolano.

Una intervención diplomática sin uso de la fuerza

En el contexto geopolítico actual, el principal uso estratégico del Nobel de la Paz es legitimar y proteger a figuras que luchan activamente contra regímenes autoritarios. Al hacerlo, el premio les proporciona una plataforma global de gran alcance. Además, les otorga una capa de protección simbólica frente a la represión estatal.

La función del Premio de la Paz ha evolucionado notablemente desde su concepción original, según los analistas de la institución. Históricamente, el espíritu original se enfocaba en la diplomacia tradicional y la reducción de ejércitos. El mandato moderno, sin embargo, incluye la promoción activa de los derechos humanos y el desarme internacional.

Esta expansión también contempla la legitimación de la resistencia civil no violenta y la lucha por la democracia en países con regímenes represivos. Esta amplitud en la interpretación permite que el premio se convierta en una declaración política de un peso internacional considerable.

Al seleccionar figuras que están en pugna con poderes estatales, como María Corina Machado en 2025, el Comité obliga a la comunidad internacional a enfocar su atención en ese conflicto.

Esto amplifica el mensaje de los laureados y aumenta la presión moral directa sobre los regímenes represivos de los que escapan. El premio se transforma así en un catalizador efectivo de la diplomacia ética mundial. El galardón de 2025 a Machado se interpreta como una intervención diplomática sin el uso de la fuerza.

Maduro aplaude manifestaciones contratadas en Oslo

Nicolás Maduro aseguró que no saber nada sobre la consigna “No al nobel sangriento” que impulsaron grupúsculos desperdigados en las calles de Oslo, un día antes de la entrega del premio Nobel de la Paz a María Corina Machado. “Yo no sé quién puso carteles. Ni sé de qué hablan, yo tengo mucho trabajo y en esos temas no me meto”, dijo con una sonrisa incipiente en una transmisión en Venezolana de Televisión. Luego agradeció a los que salieron a a manifestar contra la concesión del Nobel de la Paz a la venezolana.

Machado es la séptima personalidad latinoamericana en recibir el galardón. El Comité Nobel noruego, con sede en Oslo, la seleccionó “por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.

Ejemplo de valentía civil en Latinoamérica

El Comité Nobel destacó a la laureada como “uno de los ejemplos más extraordinarios de valentía civil en Latinoamérica en los últimos tiempos”. Este premio se interpreta en el ámbito diplomático como una importante intervención sin fuerza militar, sino ética.

Al premiar a María Corina Machado, el Comité no solo honra su valentía personal probada sino también valida de forma explícita la narrativa de la oposición sobre la ilegitimidad de los resultados de las elecciones presidenciales de julio de 2024. En esos comicios, la oposición se unificó por primera vez en años bajo el liderazgo de Machado.

Sin embargo, las elecciones culminaron con la declaración de victoria de Nicolás Maduro por el Consejo Nacional Electoral. Los resultados detallados del CNE nunca fueron publicados de manera transparente. Los resultados declarados verbalmente por el presidente del CNE son rechazados por la oposición con base en la evidencia de las actas electorales que poseen.

Autoridad moral frente al autoritarismo criminal

El galardón de 2025 no puede verse como un simple reconocimiento individual. Es un apoyo mundial e internacional concertado para que, en Venezuela, “se respete la democracia y se respeten los resultados de las pasadas elecciones presidenciales”. El Nobel confiere a María Corina Machado una plataforma de autoridad moral elevada.

Esta autoridad la equipara a figuras históricas latinoamericanas previamente reconocidas por su defensa de la paz y los derechos humanos. Entre estas figuras se encuentran Adolfo Pérez Esquivel de Argentina y Rigoberta Menchú de Guatemala, ambos laureados por su trabajo. El premio fortalece la legitimidad de la oposición venezolana y el liderazgo conjunto de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.

La prensa y analistas internacionales han descrito la situación política en Venezuela, en el contexto de la represión, como un escenario de “autoritarismo criminal”. La legitimación global a través del Nobel actúa como un contrapeso moral ante esa realidad interna.

Presión internacional reforzada

Este premio es una declaración geopolítica dirigida directamente al régimen venezolano. Al honrar la lucha de María Corina Machado por una “transición pacífica de la dictadura a la democracia”, el Comité ha intervenido moralmente en el conflicto. Esta convergencia de factores convierte al Nobel en un mecanismo de presión multilateral.

Dentro de Venezuela, las reacciones reflejaron la alta tensión del momento político. Muchos ciudadanos manifestaron temor a hablar públicamente sobre el galardón, lo que evidencia el contexto de represión y las consecuencias laborales o personales que esto puede acarrear en instituciones públicas.

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