Susana Raffalli, nutricionista, especialista en seguridad alimentaria e investigadora de Cáritas de Venezuela, afirmó que en Venezuela hay un descenso del consumo proteico desde 2012. La disminución ha sido tanta que en 2022 solo el 20% de la población tiene acceso a las proteínas. Entre el año 2012 y 2022, el 80% de la población dejó de consumirlas.
El consumo de proteína en Venezuela es tan crítico que hay una población infantil que llega a los dos de edad sin haber probado la proteína animal. «Hay niños que llegan a los 2 años y no han probado un pedacito de pollo o carne. El consumo de proteínas de alto valor biológico ha bajado mucho», afirmó .
Rafalli explicó que uno de los productos con mayor carga proteica es la carne roja, que contiene hierro. No consumirla ocasiona cuadros anémicos y ya se registran altísimos niveles de anemia. El régimen de Nicolás Maduro reconoció de forma indirecta al crear “el Combo Proteico”.
Los datos aportados por Susana Rafalli fueron sometidos a verificación mediante consultas con varias organizaciones no gubernamentales como la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar, la Red Agroalimentaria de Venezuela y el Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que sustentaron la veracidad de las afirmaciones de la nutricionista.
Fedenaga asegura que el promedio anual de consumo de carne en Venezuela es de 8,5 kg. Algo más de 700 gramos de carne al mes por persona. En la década de los noventa un venezolano podía consumir hasta 24 kilos de carne al mes, un promedio de 600 gramos al día. La industria ganadera venezolana tiene una capacidad de abastecimiento del 90%, pero el problema no está en la producción sino en la macroeconomía: «Los venezolanos no tienen el poder adquisitivo para comprar carne”.