Cuando se ordena ejecutar la operación planificada al detalle, no se negocia más y la única forma de salir vivo que tiene el terrorista es rindiéndose.
Iván Simonovis
Esta campaña tiene cuatro aspectos -el político, el judicial, el operativo y el narrativo– y, obviamente, el político es el más importante. La decisión de avanzar con la estrategia de eliminar las operaciones de narcotráfico que tienen en Venezuela y sus costas su plataforma de lanzamiento o delivery.
En el aspecto judicial, en febrero se dejó claro que el Tren de Aragua es una organización terrorista patrocinada y dirigida por el régimen en Venezuela. Lo mismo se hizo con el cartel de los soles, con las recompensas por la captura de los líderes de la dictadura en Venezuela. La de Nicolás Maduro se subió a 50 millones de dólares. La más alta en la historia judicial de Estados Unidos.
En cuanto a lo narrativo, el secretario de Guerra anunció el comienzo de la Operación Lanza del Sur. Desde mi punto de vista, las circunstancias tan complicadas que vemos en el Caribe para el control del narcotráfico y para identificar y neutralizar a las personas vinculadas se relaciona con las situaciones de rehén.



Quiero poner como ejemplo una operación de asalto del grupo antiterrorismo de la policía de Perú. El 17 de diciembre de 1996 se presentaron a la casa del embajador de Japón en Perú 14 terroristas del grupo Topakamaru y tomaron como rehenes a todas las personas que estaban en una reunión con motivo de las fiestas decembrinas. El terrorista Néstor Serpa Quartelluni lideró la operación
Después 126 días bajo cautiverio y de haberse cumplido todos los protocolos que se siguen en una situación de rehén. Hubo negociaciones y has fueron liberados numerosos rehenes. Mientras, se identificó a los terroristas y se fue preparando el equipo de asalto en una instalación exactamente igual a la casa del embajador. Un total de 150 comandos se coordinaron en puntos estratégicos para entrar, neutralizar a los terroristas y salvar a los rehenes.
La operación contó obviamente con el apoyo del gobierno de Estados Unidos y se ejecutó el 22 de abril del año 1997 en la madrugada. Luego de unas explosiones, entraron los comandos de la policía de Perú y neutralizaron de inmediato a los 14 terroristas. Lamentablemente, murieron dos comandos en el tiroteo. Todos los rehenes fueron rescatados, pero uno falleció por un problema cardíaco.
Se trata de una operación histórica y exitosa de rescate de rehenes. Otra fue en Cúa, donde la brigada de acciones especiales de la PTJ aplicó todo lo aprendido en las situaciones de rehén del Urológico de San Román y de Terrazas del Ávila, en las que fallecieron varios rehenes. En Cúa se aplicaron todos protocolos para minimizar los riesgos de daños colaterales, lesionados o fallecidos.
Cuando se ordena ejecutar la operación que se ha planificado, se acabaron las negociaciones. Desde ahí, la única forma de salir vivo que tenía el terrorista era rindiéndose.

Venezuela vive una situación de rehén. Un grupo de individuos con uniforme militar, con el nombre de Cartel de los Soles, jefaturado por Nicolás Maduro,mantiene secuestrados a veintitantos millones de seres humanos. Unos ocho millones han podido escaparse, abandonar su tierra, su familia, sus amigos, su arraigo.
Al determinar que el Tren de Aragua y el Cartel de los Soles son parte de una gran operación de narcotráfico que afecta tanto a Latinoamérica como a Estados Unidos, comenzó una planificación estratégica para neutralizarla. La operación finalizará cuando se acaben los líderes de la situación de rehén.
El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hayes, cumpliendo instrucciones del presidente Trump, ordenó avanzar en una operación denominada Lanza del Sur.
Las narrativas del régimen de Maduro son totalmente diferentes. Los funcionarios les dicen a los subalternos que no habrá ataque y que los gringos están listos para irse, que no habrá guerra porque Rusia los va a apoyar. Los medios repiten esa narrativa y también los bots de las redes sociales. Pero no será así. El despliegue contra el narcotráfico y sus jefes seguirá avanzando.
En la situación de rehenes de la casa del embajador de Japón en Lima transcurrieron 126 días, se trataba de una planificación muy grande y meticulosa para minimizar los riesgos, para evitar daños colaterales y tener éxito en la operación.
Todos estos aspectos tienen que ser cubiertos en la Operación Lanza del Sur. Hasta ahora lo consideran bastante exitoso. Han eliminado 20 lanchas, han eliminado una gran cantidad importante de narcoterroristas y han cortado en un billón de dólares el flujo de cocaína. Un golpe muy duro a los carteles de drogas que operan en Venezuela. Esa estrategia no va a cambiar, seguirá adelante.
No habrá invasión ni guerra continuada. Estados Unidos tiene identificados 600 objetivos sobre los cuales actuarán de una manera rápida, eficiente y directa. Una vez que suceda, se le dará paso a la nueva república y el apoyo necesario para que el país funcione de una manera normal.
Se tomarán las medidas necesarias para minimizar los riesgos de las alteraciones que eventualmente pudieran surgir. No existe posibilidad alguna de una guerra continuada. No tienen sustento el cuento de Delcy Rodríguez de que habrá una guerra en el planeta si prosigue la ofensiva de Estados Unidos. Habrá paz sin el Cartel de los Soles.
Si desde Miraflores están llamando a santeros, pastores y chamanes, es porque saben que tienen fecha de caducidad y esperan un golpe de suerte para pedalear hasta que Trump termine su mandato. Pero se irán antes de que Trump salga del gobierno.


