Murió preso en el Helicoide y sin asistencia médica el ex gobernador de Nueva Esparta Alfredo Díaz

Murió preso en el Helicoide y sin asistencia médica el ex gobernador de Nueva Esparta Alfredo Díaz

Llevaba más de un año secuestrado en el centro de torturas de Roca Tarpeya y varios meses solicitando atención médica para sus males cardiacos

Funcionarios encapuchados del Sebin apresaron a Alfredo Díaz el 24 de noviembre de 2024 en una carretera de Portuguesa, cuando viajaba con intención de salir de Venezuela. Su esposa Leynys Malavé hizo la denuncia en ese mismo instante en su cuenta de Instagram: “Me dijo que no preocupara, que lo iban a entrevistar y que como él no había hecho nada lo iban a soltar”.

No lo soltaron y lo mantuvieron preso, sin juicio, sin cargos y cuando se enfermó por las pésimas condiciones en que estaba encerrado se negaron a prestarle atención médica. Su delito mayor fue quejarse por el pésimo servicio eléctrico que recibía la isla de Margarita.

Alfredo Díaz comenzó su carrera política en 1995 como concejal por AD del municipio Mariño y fue presidente del Concejo Municipal en varias oportunidades. En 2008 lo eligieron alcalde y en 2013 lo reeligieron.

Conocido como “Alfredito”, se graduó en Administración de Empresas Turísticas en la Universidad de Oriente. En 2017 ganó las elecciones regionales y asumió el cargo de gobernador el 23 de octubre. Su gestión como gobernador finalizó en noviembre de 2021.

Respaldo a Edmundo González

Como dirigente opositor, Díaz se mantuvo firme en sus convicciones democrática Respaldó de manera decidida la victoria de Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que Maduro sin mostrar las actas de proclamó reelecto contra la voluntad de los venezolanos.

Díaz también se hizo eco de denuncias sobre la aprehensión y secuestro forzado que participaron en las protestas poselectorales y por las fallas persistentes en el servicio eléctrico en Nueva Esparta.

Ya en la cárcel, lo acusaron de corrupción y financiamiento ilícito. La oposición y las organizaciones defensoras de los derechos humanos han calificado tales imputaciones como fabricadas y derivadas de su posición política.

Leynys Malavé de Díaz fue su compañera tanto en la vida familiar como en la esfera pública. Malavé se convirtió en la principal vocera de la familia durante toda la encarcelación de Alfredo Díaz. Utilizó activamente las redes sociales para denunciar las graves condiciones de salud del exgobernador y exigir el respeto a sus derechos humanos.

La pareja tuvo descendencia, aunque la identidad de sus hijos se ha mantenido en estricta reserva pública. Esta discreción se tomó por la familia para proteger su seguridad dada la tensa situación política que rodeó la carrera y detención del exgobernador.

Alfredo Díaz murió el 5 de diciembre de un infarto fulminante en su calabozo y sin asistencia médica. Maduro también es responsable de la muerte de ese venezolano de bien, un servidor público ejemplar y un infatigable defensor de los principios democráticos.

Otra ejecución silenciosa en el centro de tortura del Helicoide, otra víctima fatal en los centros de detención política del socialismo del siglo XXI. Otro asesinato en la cadena de crímenes de lesa humanidad que la Corte Penal Internacional ha tardado más de una década en sentenciar.

“Otro crimen más de la tiranía de Maduro”

Organizaciones de la sociedad civil como el Foro Penal y diversos políticos de la oposición compartieron mensajes de condena por el fallecimiento de otro preso político y responsabilizan al gobierno de Nicolás Maduro.

Alfredo Ledezma, ex alcalde metropolitano de Caracas, escribió en su cuenta en X: “Otro crimen más de la tiranía de Maduro. Esta vez, la víctima es un servidor público ejemplar, un hombre que consagró su vida entera a trabajar por su amado pueblo neoespartano. Alfredito fue alcalde y gobernador, pero, por encima de sus cargos, fue un infatigable defensor de los principios democráticos. Esa lealtad, esa firmeza y ese compromiso con la libertad le costaron primero el secuestro… y hoy, la vida”.

Su situación cardíaca se habría deteriorado debido a la falta de atención médica, según Ledezma. “Sabían de sus problemas cardíacos. Sabían que necesitaba atención urgente. Y aun así, le negaron la asistencia médica oportuna. No fue una muerte natural: fue otra ejecución silenciosa del régimen”, reclamó.

Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, escribió en su cuenta en X: “Alfredo Díaz, ex gobernador de Nueva Esparta. Otro preso político que muere en cárceles venezolanas. Llevaba un año preso, aislado. Solo permitieron una visita de su hija. Tenía 55 años. ¡Es indignante! El Estado es responsable de la salud de las personas bajo su custodia”.

El partido político Acción Democrática, del cual formó parte Díaz, lamentó su fallecimiento a través de un comunicado:

“Lamentablemente, nos ha dejado un gran compañero, amigo, un hombre humilde conectado con su pueblo, un excelente gobernante que llevó desarrollo y crecimiento a los pueblos de su estado Nueva Esparta. Siempre te recordaremos apreciado compañero Alfredito; brille para ti eternamente la luz perpetua”.

El Comité por la Libertad de los Presos Políticos también se sumó a la ola de mensajes por la muerte de quien fue alcalde del municipio Mariño entre el 2008 y 2017.

En su publicación indican:

“Alfredo estuvo aislado e incomunicado por más de un año. Durante todo ese tiempo, los funcionarios encargados de su custodia le negaron cualquier contacto con sus familiares, alegando “órdenes superiores”, a pesar de que su familia viajaba regularmente desde Margarita con la esperanza de poder verlo y abrazarlo nuevamente. En ese período también murió su madre, y Alfredo no tuvo la oportunidad de despedirse de ella”.

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